El Sacramento de la Unción de Enfermos
Es el sacramento que tiene por fin conferir una gracia especial al Cristiano que experimenta las dificultades inherentes al estado de enfermedad y vejez.
Tal como deseaba el Concilio Vaticano II (cfr. Sacrosanctum concilium, n. 73), en lugar del nombre de Extremaunción se usa ahora el de Unción de los Enfermos, intentando hacer patente que no es sólo un sacramento para quienes se encuentran en el último momento de su vida, sino para aquellos cristianos que empiezan a estar en peligro de muerte, por enfermedad o vejez.
Se llama ‘unción’ porque al sujeto se le unge con óleo sagrado.
La Iglesia cree y confiesa que, entre los siete sacramentos, existe un sacramento especialmente destinado a reconfortar a los atribulados por la enfermedad: la Unción de Enfermos:
Esta Unción Santa de los Enfermos fue instituida por Cristo nuestro Señor como un sacramento del Nuevo Testamento, verdadero y propiamente dicho, insinuado por Marcos (cfr. Mc. 6, 13), y recomendado a los fieles y promulgado por Santiago, apóstol y hermano del Señor (Catecismo, n. 1511).